jueves, 9 de septiembre de 2010

MAMTA SAGAR [962] Poeta de India




MAMTA SAGAR 

Nació en la India en 1966. Poeta y dramaturga. Tiene tres colecciones de poemas: Como esta canción, 2007; Huellas del pavo real salvaje, 1992 y La humedad del río, 1999 y cuatro piezas de teatro. Su obra La oscilación del deseo, está incluida en la antología, Staging Resistance: Plays by Women in Translation (Organizando una resistencia: Obras por mujeres traducidas), 2004. Temas de mujeres, una colección de ensayos escritos en kannada e inglés acerca del género, el lenguaje, la literatura y la cultura, 2007, es su más reciente libro. Representó a la India en el noveno Festival de Poesía del África que se celebró en octubre de 2005 en Durban, Sudáfrica. Traduce poesía africana y francófona contemporánea al Kannada. Ha dirigido talleres de teatro y poesía terminando con lecturas y producciones para mujeres, niños y personas de las comunidades marginadas. Sus poemas han sido traducidos a idiomas de la India tales como Marathi, Hindi, Malayalam, Bengali, Telugu, como al inglés, español y francés; su obra se ha publicado en varios periódicos y antologías de poesía en los idiomas mencionados anteriormente. El trabajo que está realizando en su doctorado en la Universidad de Hyderabad es sobre literatura comparativa y su tesis se titula Género, patriarcado y resistencia: Poesía femenina contemporánea en kannada e Hindi, 1980-2000. Con una especialización en Literatura comparativa, Estudios de género, Literatura Kannada y Discurso cultural, ha presentado sus obras en importantes seminarios nacionales e internacionales y conferencias. Actualmente enseña en el Centro para estudios Kannada, en la Universidad de Bangalore y vive en Bangalore, India. Ha combinado la creación con los asuntos femeninos contemporáneos. “La poesía ha sido mi primera elección para la expresión creativa. A través de mis poemas exploro el lenguaje, formulado por los hombres, para expresar e indicar sentidos en un mundo altamente marginado que siempre ha alienado la mujer”. Ella “se siente orgullosa de escribir en su lengua natal a pesar de que hay limitaciones al escribir en cualquier lengua regional actualmente en un orden mundial tan amplio…”





Mi agradecimiento a MAMTA SAGAR

por remitirme sus poemas traducidos

al castellano







UN POEMA RÍO



Dentro del río están el cielo, la nube y el sol.
En el cuenco de mis manos está el río.

Si alzo mis manos,
El río se derrama en gotas, dispersando
cielo, nube y sol sobre mí toda.

Si del cuenco de mis manos, bebo
del río, dentro de mí entonces, el sol, la nube y el cielo.

Dime, ¿quién está dentro de quién?








MI MADRE Y YO

Soy exactamente como mi madre

cuerpo delgado, dedos huesudos,
círculos oscuros debajo de los ojos;
dentro, un pesado corazón
cargado de atenciones; una mente
acosada con pensamientos que no puede
acarrear completamente; y a primera vista,
una suave sonrisa.

Soy exactamente como mi madre;
sus lágrimas fluyen en mis ojos.








CANCIÓN - MATANZA

La canción,
al caer
se volvió pedazos
se desplomó,
la tierra se estremeció
fluyó roja
la historia del mañana
(y las líneas que quedaron por fuera)
canciones no cantadas
tiemblan y retiemblan
en la tierra y el barro
sueños destrozados
deseos enterrados
cuerpos golpeados

los últimos rayos del sol
encienden el río




Traducciones de Nelson Roque Valdés





Como esto, en la página “la canción”…
como el diseño tatuado
es la canción
desde la página suena la palabra,
suenan las palabras una tras otra;
cadena de palabras-sonido

deja que flote en la brisa... ¡ahí está la palabra!

ahora
en la página
la canción es las palabras
silenciosa es la canción.

Traducción de Nicolás Suescún





LAS PALABRAS

¿Por qué son así las palabras?

¡Negras gotas goteantes
forma dada al espacio blanco!

¿Por qué son así las palabras?

Visibles, pero mudas;
aquellas invisibles, se escuchan.

Traducción de Nicolás Suescún









Claustrofobia

Un cuadrado —

la cocina, la sala, la alcoba
—un puro cuadrado.

El colchón, la cama, la sábana
—un perfecto cuadrado

El libro, la mesa, el asiento
…el flujo de conciencia
todo está dentro de
esta cuadrada barrera.



La puerta, el techo, la pared,
las losas blancas en el piso
finalmente,
el fragmento de cielo
que permite el ventilador
—todos tienen cuatro esquinas.

La redondez de la tierra es sospechosa

Si las palabras saltan afuera,
si cruzan la página, si
escapan de la barrera del significado,
entonces, variables límites
para las formas sin sonido.

Aquí, el sentido del espacio
se torna en su opuesto
—el espacio se extiende sin fin…

(tanto espacio se halla dentro del E S P A C I O)

Traducción de Nicolás Suescún




EL RÍO FLUYE EN LA PÁGINA EN BLANCO

El río fluye sobre la página vacía
El agua está “clara”
se puede ver el fondo.
“Glu-glu” fluye el río,
las ondas “galopan”
la brisa sopla “fresca”.

El árbol en la orilla
—una sombra
para el río;
junto con el río
inmóvil fluye el árbol
con sus ramas, flores, hojas.

Si meto los pies en el río
se formarán ondas alrededor
Si nado en el río,
si me doy vuelta
e intento nadar de espaldas
entonces,
gradualmente,
desde las “aguas claras”
me hundiré hasta el fondo.

Estoy en el río que fluye
en la página en blanco.

Si el río se hunde en la sábana,
la canción del río
es tragada por la sábana;
la sábana todavía parece vacía,
como si nada hubiera pasado —

blanco, suave, liso, fresco, claro

como un monumento de mármol
construido en la memoria del río.

Traducción de Nicolás Suescún




LA ESPERA

¿Para qué esperamos del todo,
así como así,–
la mirada clavada
en el camino por el que 
después de venir
parece como que no ha venido?

Como el fuego de su corazón
tocado por su lengua,
de reojo lanzó chispas
hasta el chisporroteo
el estallido de ira, y se va… por qué esperar?
¿por qué cubrirme el palpitante corazón
con la palma de la mano?

“¿No está contigo en tu casa?
Está bien… si viene… te cuento”
—su voz al otro lado de la línea
¿cómo puede saber
que es posible
que no venga nunca?

Debajo de un gran camión de carga
“¡Ah, no, no!” ¡Para decir sólo esto
es que esperamos?
¿Esperamos el dolor, la Muerte?

Ahora, en cualquier momento
terminará la espera,
se acabará por fin,
ya casi se acaba.

Que llegue alguien
toque en mi puerta
con la noticia —
¿Qué esperamos,
por qué esperamos
a aquel que va a venir
o no vendrá nunca?

Finalmente, por la puerta abierta,
como si la oscuridad misma hubiera irrumpido,
llega él, como si no hubiera venido del todo.

¡Entonces la espera
será para otro día, por otra noche!

Traducción de Nicolás Suescún




A LAS ESCONDIDAS

una hoja de un árbol
flotando
deslizándose
meciéndose
como un cometa acariciando el viento
ahora un bote en el río

llevando peces multicolores
en las brillantes aguas doradas
nadando con prisa
desapareciendo en la corriente

el agua no sabe
el viento no sabe
el árbol no sabe
los peces no saben
jugar a las escondidas.

Traducción de Nicolás Suescún







NUEVAMENTE LLUEVE

Yo y él
mojándonos en la distancia de nuestros cuerpos soldados
Y yo recordando
Los bosques densos y oscuros de su patria.

Grandes árboles,
Nidos de amor en cada rama
“llueve así también allá”
susurra él en mis oídos
sus negros y rizados mechones
juegan sobre mi frente
y susurro
“llueve así aquí también”

Un relámpago irradia en los ojos
Y el deseo llueve

Mi aliento caliente
juguetea sobre él
Su sonrisa juguetea sobre mis labios
La lluvia espera afuera
Mientras esperamos mojarnos dentro
Él la lluvia dentro de mí
Yo la lluvia dentro de él
Y sin

aquí
ahora
Sus recuerdos se derraman como lluvia
Como un sueño olvidado retornando
fragancia de su amor
Y allá gotas
Mi recuerdo en su corazón

La lluvia cae
Aquí y allá.

Traducción de Nelson Roque Valdez




“UN CUENTO DE HABÍA UNA VEZ”

El pequeño viene corriendo,
me abraza
y empieza a rogar:

“Amma, cuéntame un cuento
… un cuento de tu tierra,
una historia de bosques, lluvias, ríos”.

“Escucha…

todo fue cierta vez
cierta vez en una tierra —
mi tierra, ‘Dharanimandala’,
justo en el centro de la tierra,
donde la leche y azúcar morena
se hierven para hacer ginna
donde al lamer
el dulce en la palma de la mano,
la vaca asustada en el establo
dice Muuuh…”

Afuera, cae la lluvia
incesante; también hubo rayos
—ahí, en los ojos del niño.

Entre la historia y la memoria
no hay mucha diferencia: el cuento
puede no ser muy cierto, la memoria
puede no ser muy fiel.

“Esta tierra, tierra de mujer
no es esta tierra o esa tierra”

“¿Qué quiere esto decir?”

“No se debe descartar como eso o aquello…
Ella te recogerá y te abrazará
muy fuerte, te consentirá;
te dará frutas, y cosas como frutas
que te sacien; de ella
brotará fuerte el agua
sin fin, como un elíxir, llenando
hoyos, cerros, ríos.

En sus ríos brillan peces plateados
como diamantes, como joyas;
su mezcla roja y amarilla con
azul —los peces en ruidoso juego”.

Los ojos del niño están llenos de sueño
—¿está soñando?
Entre el cuento y el sueño
no hay mucha diferencia —
ambos se basan en mentiras.
“A alguien como ella
era lo que esperaban ellos.
Sus colinas y bosques
talados, destruidos;
entonces la tatuaron con brea
y así la engalanaron.

El sol que besó
su frente de colinas
es ahora una historia…
el sol calienta ardiente ahora
golpea el vértice, raja la cabeza.

La fragancia de sus verdes
la frescura de su brisa
la frescura de sus ríos
—todo eso es un recuerdo”.

El pequeño dormido se
da vuelta sin escucharme
el cuento del recuerdo de la tierra.

Traducción de Nicolás Suescún





REVISTA ELECTRÓNICA CARÁTULA





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